La comunicación, como proceso, implica relación o interacción entre dos o más partes implicadas, de forma que se «conectan» entre sí de alguna forma u otra. Este proceso de transmisión y recepción cuenta con unos pilares o axiomas principales.
Paul Watzlawick, psicólogo experto en comunicación, desarrolló su Teoría de la Comunicación en la que expuso los 5 axiomas fundamentales de la comunicación humana:
- Es imposible no comunicarse (o no es posible no comunicarse).
- Cualquier comunicación muestra un aspecto de contenido -referencial- y un aspecto relacional -conativo-. De esta forma, la comunicación humana se da en dos niveles: uno de contenido y otro de relación. El aspecto de contenido es aquello que transmitimos verbalmente (la parte explícita de los mensajes). Este nivel comunicativo se encuentra supeditado a la comunicación no verbal, es decir, al aspecto de relación.
- La naturaleza de una relación depende de cómo los comunicantes puntúan la secuencia de comunicación.
- Los seres humanos establecen una comunicación tanto verbal (digital) como no verbal (analógica).
- Los intercambios comunicacionales entre las personas tienen un carácter o bien simétrico (cuando ambos tienen un poder equivalente -misma información- en el intercambio), o bien complementario.
La comunicación es un proceso que puede ser exitoso o un fracaso, en función de diferentes variables. Para ser un éxito, deberá ocurrir:
- El código del mensaje es correcto.
- Se evitan alteraciones en el código dentro del canal.
- Se toma en cuenta la situación del receptor.
- Se analiza el cuadro en el que se encuentra la comunicación.
- La puntuación en la secuencia de los hechos está bien definida.
- La comunicación digital concuerda con la comunicación analógica.
- El comunicador tiene su receptor.
El proceso de comunicación interpersonal es apasionante y complejo. Seguiremos profundizando.
«El hombre que sabe hablar sabe también cuándo hacerlo»
Arquímedes